Se oyen los tambores, madre.
¡Madre ... vienen los tambores!
Vamonos a la ventana
a ver pasar nuestros hombres.
Viernes Santo en Alcañiz.
Pregón hecho de redobles,
emocionado sentir
de un pueblos y sus tradiciones.
Dos cadenas luminosas.
Dos estelas azuladas,
parece la procesión
contemplándola a distancia.
Entusiasmo en cada esquina,
impaciencia en las miradas.
Todos estamos pendientes
del estruendo que emborracha,
cuando pasan los tambores
llenando calles y plazas.
Un encaje de palillos
incansable sube y baja,
tejiendo sus melodías
sobre las pieles templadas.
¡Corra... madre! ¡Que ya llegan!
¡Ya están aquí los tambores!
Vámonos a la ventana
a ver pasar nuestros tambores.
¡Mire! Mire allá... el abuelo
¡qué joven se ve! ¡que planta!
Al aire sus manos fuertes,
morenas, agarrotas...
redoblando con soltura,
con varonil estampa.
¿Y mi padre con su nieto?
¡No va orgulloso ni nada!
Cómo empuja al chiquitín...
que no le sigue, se para...
dando los primeros glopes
en su tambor de hojalata.
¡Ya han pasado los tambores!
¡Qué silencio! ¡Qué nostalgia...!
¡Vámonos a seguirlos, madre,
y a esperarlos en la Plaza!
Angelita Rubira
Te queremos !!!
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